El grifo de la cocina se utiliza una media de 75 veces al día. Se utiliza como fuente de agua, para lavar frutas y verduras, como lavamanos y también para fregar la vajilla. Muchos usos que requieren que sea cómodo y facilite el trabajo.
Es, con diferencia, el grifo más importante de la casa. O dicho de otro, debiera dedicarse un tiempo a su elección y decidir qué características preferimos
Fácil de abrir
El grifo monomando es la opción más cómoda. Con tan solo una mano, pueden regularse la temperatura y el caudal del agua. Además, consume menos agua que con grifería mezcladora de dos mandos, ya que la temperatura puede ajustarse rápidamente sin tener que dejar correr el agua durante mucho tiempo.
Con ducha o caño extraíble
En ocasiones el tamaño de determinadas ollas dificulta tanto su llenado como limpieza. Para solucionar este problema, las duchas en el grifo de cocina, o las de caño con tubo, caño extraíble o un caño tipo mousseur son muy útiles. Este tipo de grifos permite usarlos más allá del fregadero. La opción de rociado que muchos de estos grifos permiten ayuda y acorta los tiempos de limpieza por lo que también reducen el consumo de agua.
Los caños tipo mousseur son la solución ideal para las griferías en las que el diseño arquitectónicamente exigente de un caño con forma de L o U.
Además hay opciones de grifos para ser colocados bajo ventanas o con toma por debajo para lavavajillas o a lavadora