Elegir el mejor grifo para el baño

Las Griferías para Baño cada vez son más importantes en la equipación y acondicionamiento de esta estancia. A día de hoy, existe en el mercado una gran gama de grifería diferenciada por diseños, materiales e incluso los sistemas electrónicos que incorporan.

A pesar de su función práctica, los grifos son elementos que llaman muchísimo la atención y que potencian una decoración si están bien elegidos, o que la echan por tierra si están equivocados.

Además la grifería está por todas partes en el baño: en el lavabo, en la ducha o la bañera, en el bidé, etc. Por ello es importante acertar con su elección, y por eso,  a continuación, te voy a dar unas claves  para que puedas elegir la grifería de baño más adecuada a tus gustos y necesidades.

a) Griferías para Baño Por Tipo de instalación

1.- Sobre repisa

Es la más utilizada para el lavabo y el bidé. Hay una gran variedad y tanto los grifos monomando como los bimando pueden adaptarse a la instalación. En caso de elegir un grifo monomando, es importante mirar hacia dónde abre la maneta para evitar que toque con la pared. Es importante asegurarse de que el grifo escogido se adapta al espacio donde se vaya a instalar.

2.- Instalación empotrada

Los grifos de instalación empotrada son una alternativa de moda para la decoración en el baño. Pero si la instalación no está preparada para ir empotrada será costoso adaptarla.

Para los grifos empotrados la instalación debe realizarse a medida, dependiendo de las especificaciones del fabricante.

Si se desea hacer una reforma total del baño son una buena opción pero si solo se va a cambiar un grifo que no está empotrado, es recomendable escoger uno que se adapte a la instalación existente.

3.- Instalación Mural a pared

Es la más utilizada en grifos de bañera o ducha. Este tipo de instalación permite sustituir el grifo de forma sencilla. Su característica principal es que los tubos llegan por la pared empotrados y dejan dos tomas donde se conecta el grifo.

b)  Por tipo de accionamiento

 1.- Temporizado

Este tipo de grifos se accionan con un sensor o pulsador. Los modelos temporizados o pulsadores permiten  elegir de forma automática el tiempo de emisión y el caudal del agua para evitar el consumo excesivo de la misma. Los que funcionan con sensor, se activan al poner las manos delante y se desactivan al retirarlas. Este tipo de grifos son muy utilizados hasta ahora en los espacios públicos aunque poco a poco van ganando terreno en el entorno doméstico.

2.- Monomando

Son grifos con un diseño moderno y fácil de manejar. Son grifos fáciles de abrir y cerrar, con lo que elegir la cantidad exacta que queremos es sencillo.

Elegir la temperatura del agua también es una tarea sencilla con ellos, ya que solo debemos llevar la palanca hacia un lado u otro del grifo. Los grifos de baño con mezcladores monomando son, actualmente, las versiones más solicitadas por el consumidor, ya que en el mínimo espacio y con un pequeño gesto permiten seleccionar caudal y temperatura.

3.- Bimando

Los grifos bimando presentan (como su propio nombre indica) dos mandos o llaves, separadas éstas entre sí. El estilo de estos mandos es, por regla general, más tradicional. La mezcla del agua se realiza regulando ambas llaves, por lo que acertar con la temperatura deseada es más complicado. Dentro de este grupo aparece la versión monobloc que en un solo elemento se reúnen los mandos independientes para el agua fría y caliente, además del caño central. Este aspecto menos práctico hace que energéticamente sea peor opción que los grifos monomando, porque mientras intentamos acertar la temperatura que deseamos, el agua va corriendo y se pierde.

4.- En Batería

Las versiones en batería incorporan las tres piezas, caño y dos manetas, por separado y dispuestas en línea.

5.- Termostático

Los grifos termostáticos tienen dos mandos: uno con el que se controla la temperatura en grados y otro, para regular el caudal del agua. Permiten mantener la temperatura que elijas de modo constante aunque se abran otros grifos de la casa. Sus ventajas son: ahorran energía (porque la caldera tarda menos en calentar el agua) y ahorran agua (porque no se malgasta esperando alcanzar tu temperatura ideal).

La precisión con este tipo de grifos es casi total, por lo que energéticamente son muy ajustados y recomendables. Los grifos termostáticos resultan básicos, ya que permiten limitar la temperatura máxima del agua a 38º C de forma muy precisa, eliminando así el riesgo de quemaduras y aumentando la comodidad del usuario.

Los grifos termostáticos se bloquean a los 38 grados. Solo se desbloquea apretando el botón, este sistema de seguridad evita el riesgo de quemaduras para los niños y mayores. Además, como otra prestación adicional, el cuerpo del grifo puede permanecer siempre frío, evitando así quemaduras.

Fuente: reformasycocinas.com

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