Cada uno tiene su manera de limpiar, pero todos tenemos algo en común: no nos gusta limpiar el baño, pero haciéndolo regularmente, el esfuerzo se hace mucho más llevadero.
Mantener tu cuarto de baño elegante no solo consiste en la decoración, de nada sirve un baño de lujo ni no está limpio, aseado y brillante.
Así que, queridos lectores, manos a la obra, aquí os dejamos unos consejos para que nuestros baños luzcan relucientes como en los de las fotografías de los hoteles.
- Empezamos con la limpieza. Lo primero que haremos será retirar con un paño húmedo todos los residuos y cabellos, que haya en nuestro lavabo, bidé o ducha, aclaramos el paño cada poco tiempo para deshacernos de cabellos y pelusas, una vez pasado el paño barreremos para dejar el baño sin polvo, púes después esas partículas se pueden quedar en los paños y son molestas.
- Turno de la lejía. Ya tenemos despejado el baño, hemos pasado un trapo húmedo por el mobiliario y cerámica del baño, es el turno de la lejía, que como bien sabemos debe dejarse actuar un rato. Antes de empezar protege tus manos con guantes de goma o de látex, echamos en el W.C., bidé, lavabo y bañera un poquito de lejía poniendo el tapón para que no se valla por el desagüe, diluimos con agua y limpiamos las partes cerámicas del baño, limpiando siempre desde arriba hacía abajo, dependiendo de la intensidad de limpieza que desees repite este proceso con la mampara y azulejos, aunque para estas últimas te recomendamos el limpiador las tres brujas.Deja actuar cinco minutos la lejía, y seca con un paño de micro-fibra. Para el cristal utiliza limpia cristales, el secreto para que no deje rastros es primero limpiar el espejo con un trapo húmedo, dejar secar el espejo, a continuación el limpia cristales y sacar con papel de periódico. Como comentábamos antes para el cristal aconsejamos limpiador las tres brujas, eso si, usando un trapo muy limpio de micro-fibra.
- Que reluzcan los cromados. Turno de los grifos y accesorios. A diferencia de lo que mucha gente se piensa las partes cromadas pueden relucir como el primer día, es tan simple como la limpieza en seco, aunque podemos hacerlo combinada con agua y lejía primero y una vez seco procedemos a frotar con un trapo de micro-fibra, el gran inconveniente del trapo en seco son los recovecos, pues bien, aquí os dejamos un truco.
Cojamos el trapo por los dos extremos, ''abrazamos'' cualquier parte del grifo, ya sea el caño, cuerpo, maneta...y empezamos a frotar de izquierda a derecha o de arriba abajo, y vamos metiendo el trapo por todos los rincones del grifo o toallero. Para haceros una idea, se trata de hacer como un limpia-zapatos, frotar, frotar y frotar, probarlo y ya me contaréis los resultados.
Ojo con los accesorios de baño, no uséis productos muy abrasivos, leed los datos del fabricante y ante la duda lo limpiáis en seco.
Le damos un repaso al mueble de baño y ¡listo!, ¿o aún no?...
Ya está casi listo, solo falta colocar lo que sacamos al comienzo, teniendo particular cuidado en limpiarlos antes de volver a colocarlo, sobre todo las bases del las jaboneras y botes, ruedas con pelusas del carrito...
Pues nada, ya está todo acabado con un resultado de revista, a disfrutar de vuestro baño limpio, espero vuestros comentarios.